lunes, 13 de abril de 2020

Los fantasmas que nos atormentan



Vengo perseguido
Torturado pero zafando
Que no es poco
En los tiempos que corren
Y no lo digo por la pandemia
Sino por la estupidez
Dice mi madre que soy
Más listo que el hambre
Inteligente pero no vivo
Me sé superior al avaro
E inferior al generoso
El problema con los vivos
Es que se creen más vivos
De lo que realmente son
He visto a muchos pelearse
Por el mismo trompo
Yo siempre me abría
Cuando querían competir
Tal vez me equivoqué
Tal vez debí pelear
Por el amor de la mujer
Hoy me ignoran todos
Desde la familia a la prensa
Aunque si un libro de mi autoría
Cayera en esas manos equivocadas
Lo leerían con gran voracidad
El hambre de África se mataría
Si no fuésemos tan insaciables
La vida es como el fútbol
Hablan de amor a los colores
Hablan de locas pasiones
Pero no deja de ser un negocio
Y cuando empieza a dar pérdidas
Se termina el amor apasionado
Porque el amor al arte
Es para verdaderos artistas
Que son cuatro gatos locos
La mayoría son negociantes
Que tienen como único dios
Al poderoso caballero don dinero
Ese dios que los bendice
Con salud, dinero y amor
La sociedad y el poeta
Nunca se llevaron bien
Llegan muchos rumores
De un lado y del otro
A cual más siniestro
Los mensajeros son allegados
Que traicionaron al poeta
Con tal de transar con la sociedad
Nadie quiere vivir como un marginal
Todos quieren al menos
Algunas migajas del pastel
Mi madre dice alegremente
A los cuatro vientos
Que es Testigo de Jehová
A mí me da vergüenza decir que soy poeta
Los fantasmas que nos atormentan
No son solamente los nuestros
Sino también los ajenos.

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