jueves, 6 de junio de 2024

Un terrible proverbio japonés


 

No soy el dueño de mi vida
Pero seré el dueño de mi muerte
Mi nombre será borrado u olvidado
Cervantes dijo atinadamente
Que para alcanzar lo imposible
Había que intentar lo absurdo
No he hecho otra cosa que eso
He gastado pólvora en chimangos
He echado perlas a los cerdos
Y no me está quedando ni el olor
Y a nadie parece importarle
Hay un terrible proverbio japonés
Más vale ser guerrero en un jardín
Que jardinero en una guerra
Si el segundo fuera mi caso
Y el primero el de mi hermano
No creo que uno sea más
Afortunado que el otro
Es igualmente terrible
Desear siempre la primavera
Como desear siempre el otoño.

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