miércoles, 18 de marzo de 2020

Estado de catástrofe



Las damas del ferrocarril
Persisten en soledad
Están felices de ser notadas
Y fotografiadas
Ya que su trabajo solitario
A menudo se pasa por alto
Las pistas se entrecruzan
De manera automática
(como nuestro destino)
Un día me quiero morir
Y el otro también
Rara vez me siento bien
Así voy por la nada
Dando más pena que lástima
Mi sueño artificial
Regula mi humor negro
Yazgo en una cama
Como un moribundo
Esa ha sido mi circunstancia
Mi estado de catástrofe es tal
Que ya no me importa vivir
Sino mi manera de morir
Los verdugos me tienen rodeado
No quiero que esos miserables
Me den una muerte miserable
No me culpen de sus miserias
Que bastante tengo con las mías
Deseo morir en mi ley
Bebiendo una buena ginebra
Escuchando buena música
E intentando escribir un poema
Hedonista ¿yo?
Depende de que se entienda por placer
En el sentido amplio de la palabra
Evidentemente que lo soy
Ahora si creemos en el sexo
Como placer supremo
Entonces no soy
Para nada hedonista
Yo soy aquel que escribe en soledad
Y que en público no se atreve
A hablar ni en una peluquería
Si el mundo nos priva de él
Recuerda que hay un mundo en ti
Es cuestión de cambiar el humor
No hace falta cocaína
Tal vez un trago o dos
Y poner el acento
En el lado bueno de las cosas
Aunque el diablo insista en intoxicarnos
Con su odio pavoroso
Un mendigo pidiendo limosna
En la puerta de la iglesia
Como otra ironía del destino
Un burla bastante cruel
Porque está mendigando
En la puerta de un banco
Y esas puertas se cierran 
Para la generosidad
Y se abren para la avaricia
Cuando las cosas se ponen difíciles
Se ven a los verdaderos amigos
Lo cierto es que estoy solo
Los amigos me fallaron
Las mujeres me fallaron
Y yo debo haber fallado en algo, también
Y no es algo personal
La soledad como el amor
Nos acontece a todos
Todos nos quedamos solos
Tarde o temprano nos llega
La hora si no final
El principio del fin
Y el final es tan esperado
Y triste que nos lo perdemos.


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