Me sirvo un trago con nostalgia
La vergüenza de haber sido
Y el dolor de ya no ser
-Dice un tango de Gardel-
Pero suena Chet Baker
Mis amigos perdidos en las drogas
Mis amigas locas prostituidas
Mis pensamientos y yo
A solas en la fría noche
Debo entenderlo todo
Debo ser una fortaleza
Si no, todo habrá sido en vano
No me importa nada más
No me importa que me hayas dado la vida
No me pidas gratitud
Yo tengo muy mala memoria
Recuerdo solo lo malo
Si tengo que matarte te mato
Sí, soy una bestia inmortal
En mi necio mundo
No hay lugar para genios
Que viven como mendigos
No se puede confiar en nadie
Ni siquiera en uno mismo
Porque como dice otra canción:
-Todos somos adictos-
Y no me vengas con el cuento del Tío
Sam
Cuando estamos librando una guerra
Contra nosotros mismos
No gastes tus exiguas energías
Defendiéndote o justificándote
Yo te conozco muy bien
Lo que no lo reconozco
¿Por qué? Tal vez, no soy
Lo suficientemente valiente
Como para vivir en paz
El mundo es un caos
En apariencia al menos
Y mi mundo no es otro
Que el de las apariencias
Admito que eres un buen psicópata
Abriéndose paso con una madre amorosa
Entre yonquis y yuppies
Mirándose horrorizados
Y tus psicotrópicos en una bolsa de
supermercado
Entre varios litros de leche con calcio
Mientras vas dando un discurso
Tan grandilocuente como quejumbroso
Cuando ella inesperadamente señala a
la luna
Era un plenilunio fulgurante en el
horizonte nocturno
Entonces entendiste que todo ese discurso
No
era más que un melodrama estúpido y vulgar
Ahora te reís tristemente solo de ello
De los paparazzis
Y hasta de las chicas del celuloide.
