Sintonizando con Louis Armstrong

Debo haber dormido bien
Porque hoy sintonizo
Con Louis Armstrong
Hoy me siento rico
Porque tengo yerba
Y agua para el mate
La vida no me debe nada
Porque siento amor
A pesar de todo
Me siento ingrávido
Nada cuesta demasiado
Cuando se hace con amor
Ella se fue no por soberbia
Sino por un terrible miedo
El miedo a enamorarse del arte
Pero sobre todo el miedo
A enamorarse de un amor
Prohibido e impresentable
Debo haber soñado con ella
Porque hoy sintonizo
Con Louis Armstrong
Una deidad milagrosa
Tanto como misteriosa
Me ha soplado la musa.

La piñata de la fiesta

 

 
Mujeres hermosas
Que nunca besaré
Lugares hermosos
Que nunca visitaré
No porque no quiera
Sino porque no admiten
-La casa se reserva
El derecho de admisión-
A los tipos como yo
Que no tienen dinero
Ni nada que ofrecer
En el mercado virtual
Todo tiene precio
Sobre todo el amor
El mundo se compra
Y se vende al mejor postor
Donde todo se negocia
Las mujeres hermosas
Los lugares hermosos
La vida es una fiesta
Pero los tipos como yo
Son la maldita piñata.

La caminata al consultorio

                                                                         a Florencia

 
No importa tanto lo que digo
Como la caminata al consultorio
Hechos, no palabras
El quid de la cuestión
Solemos confundir las cosas
Las palabras con palabrotas
Los hechos con rumores
La poesía con el tedio
El amor con el odio
Hechos, no palabras
Las palabras mienten
Los hechos nos revelan
La verdad tal como es
El amor es sabio
El odio es estúpido
No hace falta aclarar
Las cosas misteriosas
No queremos saberlas
No queremos escuchar
Lo que queremos hacer
Es hacer lo que queramos
¿Y qué queremos hacer?
No importa saberlo
Lo que importa son
Los hechos, no las palabras
No importa tanto lo que digo
Como la caminata al consultorio.

Para una distinguida actriz

 
 
La distinción más notable
De la que puede presumir
Un buen artista
Es no ser reconocido
Por el sistema perverso
El que hace el mal al prójimo
Se está haciendo mal a sí mismo
Los que juegan a ignorarnos
Se ignoran a sí mismos
Sabemos que el paraíso de los ricos
Está hecho del infierno de los pobres
Pero el drama humano
Es ridiculizado por el humor
El sueño de toda actriz
Es desempeñar
Un papel protagónico
No se conforma con ser
Una actriz de reparto
Se cree muy especial
Pero es una estrella 

Más en el infinito
No-dijo ella con razón-
Soy una estrella única
Singular e incomparable.

La princesa salvaje

 
 
Según la pseudo ciencia
He sido amado
Hasta el colmo del odio
Es público y notorio
Que no me han querido
¿Hasta cuándo sufrir?
Hasta que todo el mundo
Tenga derecho a la alegría
Que tiene la princesa salvaje
Una linda sonrisa postiza
Disimula un delirio
La princesa salvaje
Me quiere para ella
Arrastrada por su morbo
Al que llama orgullo
Me difama e injuria
Para que me odien
Lo peor que hacen
Las malas personas
Es hacernos dudar
De las buenas personas
Hay que justificar
La miseria espiritual
De la princesa salvaje
A como dé lugar
Cueste lo que cueste

Ha ido demasiado lejos
Ni Cristo ni Jehová
Sino un dios superdotado
Del cuello para abajo.

Pudor de mi alma desnuda

 

La musa me abandonó
Era terriblemente bella
Me dio un amor siniestro
La virtud es proporcional
Al vicio de los santurrones
Tenía pudor de mi alma desnuda
Una diabla que quiso ser
Mi ángel de la guarda
Mostrándome otros horizontes
Las maravillas del mundo
Pero también sus miserias
Algo real que no se parecía
A lo que imaginaba
Ni en mi sueño más surreal
Pero me dio un amor siniestro
Tenía malas intenciones
No creía en dios alguno
Ni en la maldita poesía.

Medicina milagrosa

                                                  a Federico Bello
 

Leyendo poesía
De un alma amiga
Me abismo en la nada
Para arder en dolores
Dolores que purifican
Dolores que subliman
El amor de las musas
Que ejercen de prostitutas
Para ganarse la vida
Y despuntar el vicio
Escépticas de la virtud
No creen ser dignas
Del amor romántico
Sino de la perversión
De narcóticos amantes  
Para apoteósicos orgasmos
Hasta llenar de efluvios
El vacío de las palabras
La medicina milagrosa
Para el alma humana.

Presencia

 
Nunca estuve presente
En el momento preciso
Ni en el lugar correcto
Nunca estuve presente
Sino siempre como ido
De todos lados
O de ninguna parte
Mi presencia incómoda
Al tiempo que fantasmagórica
Es un testigo que bromea
Y que solo en privado

Dice lo que hay que decir
Aunque solía sincronizar
Las horas muertas
Al mismo tiempo
Que se sucedían las cosas
Ahora en el anonimato
Me conozco a mí mismo
Ya sin nostalgia por el pasado
Y sin esperanza por el porvenir.

 

Eros en lugar del amor ágape

La musa no me quiere
Y me parece justo
Porque no tengo
Con qué pagarle
Así que a llorar al cuartito
El mercado negro del amor
Trafica con sexo por dinero
Pero si los problemas del mundo
Fueran meramente financieros
No existirían problemas en el mundo
Los problemas parecen sin solución
Porque nos domina Eros
En lugar del amor ágape
Entonces reina la misantropía
De la estupidez humana
Que nos ha expulsado del mundo
No, ya no tengo a quien impresionar
La inteligencia artificial
Es un programa informático
No tiene emociones ni sentimientos
No, nunca jamás importaron
Las deliciosas cartas de amor 

Sino sus remitentes. 

La moza del parador

Luego de compartir el día
Con seres queridos
Y en contacto con la Naturaleza
El paisaje nuevo nos renueva
Y el paisaje natural nos revitaliza  
Pero lo mejor estaba por llegar
De camino de regreso
Pasamos por un parador
A tomar unos cafés
Nos atendió una linda
Y encantadora moza
Una dulce voz servicial
Que saludaba amablemente
A los comensales turísticos
Digna de un gaucho
Que pasó a caballo
Saludando también
Con bastante más civismo
Que muchos citadinos
Mientras daba sorbos
Pensaba en una excusa
Para hablarle a la camarera
Me animé a soltar una pregunta
¿Tendrías servilletas por favor?
Pero en realidad quería saber
Si estaba felizmente casada
Mi hermano pidió la cuenta
Y nos retiramos saludando
Y ella contestando modosamente
Al salir hice un comentario risueño
Todas las vistas muy hermosas
Pero me quedo con la moza del parador.