El síndrome del periodista

 

No quiero hablar de vos

No quiero hablar de mí
No quiero hablar de ellos
No quiero hablar más
¿Acaso no es una locura
Tratar de loca a una persona
A la que siempre se le ha dado
Un trato diferente y perjudicial?
Hoy quiero guardar silencio
Y contemplar la aurora
Y respirar aire fresco
Y el perfume de una flor
Y sentir el amor de las cosas
No quiero el sexo de la mujer
Ni el dinero del hombre
No quiero ser miserable
No quiero ser como vos

Un periodista perverso 

Que propala malas noticias

Mientras se da la gran vida

Y se burla de los desamparados
Hoy quiero sublimar el dolor
Y ser felizmente un alma
Como una nube irisada
En el horizonte nocturno
Donde se mezclan o confluyen
Todas las cosas del mundo.

¡Al infinito y más allá!

 

Escribo sobre pensamientos
Sentimientos en movimiento
Sobre relaciones humanas
Aunque soy consciente
De que la condición humana
No tiene mayor relevancia
Un ser inteligente es aquel
Que está por encima de lo real
O de la tragedia humana
Sintonizando consigo mismo
Hasta el infinito y más allá!
No hay nada más estúpido
Que vivir huyendo de las penas
Felices los que sufren por amor
La felicidad si no se modera
Se destruye a sí misma
Los carnavaleros son genios
Y yo soy un impresentable
¿No será exactamente al revés?
¡Oh cuánto culto al mal gusto!
Si nos justifica el sexo y el dinero
El sistema nos ha adoctrinado
La ignorancia lleva al miedo
El miedo lleva al odio
El odio lleva a la violencia
Escribo como quien lanza
Una botella al mar
Aunque el mensaje enviado
No suele ser el recibido.

La maldición de la poesía

 


A los bendecidos
Que les fue dado todo
Salud, dinero y amor
No tienen ni una sola queja
Son felices entre infelices
Están orgullosos de sí mismos
En lugar de tener compasión
Por aquellos que no han sido
Tan afortunados como ellos
Los maldecidos por la poesía
Que han sido perseguidos
Hasta un callejón sin salida
Donde no hay escapatoria
Se termina la persecución
(que no es ningún delirio)
Y comienza un exilio
En una isla desierta
Llena de palmeras
Con dátiles para sedientos
Como un nutriente espiritual
Necesario para retozar 

Como criaturas sagradas.

Affaires de un casquivano

                                                                      


Ellos buscan fortuna
Sin otra razón que asegurarse
El respeto y la atención
De esos ojos glamorosos
Que de otro modo mirarían
Para cualquier otro lado

Pensamos que esa fortuna
Conlleva felicidad plena
Lo que conlleva dolor pleno

El instinto de supervivencia

Está aniquilando al mundo

La mierda pasa por caviar

Y el semen por champagne
No me considero pesimista
Un pesimista es alguien que
Está esperando que llueva
Y yo me siento empapado
Mientras nos adentramos
En un futuro desolador
Y nos volvemos pasado
Ellos se ríen de nosotros
Porque hemos caído
En sus trampas siniestras
Pero ¿quién es más imbécil?
¿Los que tienden trampas
O los que caen en ellas?
A pesar de todo siempre
Encuentro a quien ejerza
De musa y siempre dejo
Que me mate el amor
Entonces resucito para
Desafíar a mi destino
Siento mucha nostalgia
De un otrora más feliz
Que este tétrico averno
Que sobrevuelo como
Un ángel que extraña
La forma humana
El mismo casquivano
Nunca quise compromisos
Sino affaires con femmes fatales.

El pragmatismo del arte poético

 

Expirando en soledad

Como un héroe anónimo

Como un acto de amor

Me abismo en la nada
Entregando el alma ensimismada

A la contemplación de las cosas
Sin más testigo que Dios
Y su justicia divina
Que tarda pero llega
Inexorablemente tanto
Al justo como al injusto
Sin importar la fama
Granjeada entre mujeres
Lo realmente importante
No es el chusmerío sino
La verdad que desprecian
Y que desean ocultar
Como el misterio encierra
La verdad absoluta
Aunque incomprensible
Para el conocimiento humano
Pero no para el entendimiento
Lo primero requiere memoria
Lo segundo requiere filosofía.

La piedra fundamental

El arte de no encajar
Y temblar de soledad
El que odia estar solo
Se odia a sí mismo
Todos saben cuáles son
Los paradigmas codiciados
Los que tienen demanda
En el mercado del amor
Todos saben que oferto
Un corazón que nadie
Quiere en sus manos
¿Se odia a quien tiene
Dos o tres luces más
O es que no sabemos amar?
El verdadero amor
No se trasmuta en odio
La humildad es la piedra
Fundamental de la grandeza
Por eso somos todos pequeños
Henchidos de soberbia u orgullo
No por ser mujeres u hombres
Sino por ser hembras o machos
La locura remite al delirio sexual
El arte no se vanagloria como vos
Que te jactas de destruirlo
Con tu vanidad imperial.