La prostitución
Casi no se condena
Porque casi todos
Nos hemos prostituido
No creemos en la felicidad del amor
Sino en la seguridad del dinero
Hasta creer que podemos comprar
La vida, el amor y la muerte
Creemos que podemos comprar
Casi no se condena
Porque casi todos
Nos hemos prostituido
No creemos en la felicidad del amor
Sino en la seguridad del dinero
Hasta creer que podemos comprar
La vida, el amor y la muerte
Creemos que podemos comprar
Las bendiciones o maldiciones
Del mismísimo Dios
Pero el dinero compra lo barato
Lo importante no se compra
Ni se vende al mejor postor
Se preguntarán qué importa
Donde ya nada importa
Donde todo da igual
Quizás importe un amor
Quizás importe la ternura
Quizás importe la humildad
Donde reina la soberbia
Donde reina la misantropía
Las buenas intenciones
No son bienvenidas
Ni son bien vistas
Destruyen la reputación
Lo peor de los misántropos
Es que nos hacen dudar
De los buenos corazones.
Del mismísimo Dios
Pero el dinero compra lo barato
Lo importante no se compra
Ni se vende al mejor postor
Se preguntarán qué importa
Donde ya nada importa
Donde todo da igual
Quizás importe un amor
Quizás importe la ternura
Quizás importe la humildad
Donde reina la soberbia
Donde reina la misantropía
Las buenas intenciones
No son bienvenidas
Ni son bien vistas
Destruyen la reputación
Lo peor de los misántropos
Es que nos hacen dudar
De los buenos corazones.
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