La tumba profanada

Salgo a estirar las piernas 
Camino sin rumbo un rato
Luego entro a un café 
Y ordeno un capuchino 
Miro a través del cristal
La mirada se pierde
En la mochedumbre 
Y en el tráfico de la avenida 
Ella se portó mal
Y por eso me evita
La culpa no fue mía 
Como me quisieron 
Hacer creer los profesionales 
Los que se creen superiores 
La pared llena de diplomas
Y son terribles idiotas 
Los libros de poesía 
Los dejan en evidencia 
Pero tienen un orgullo marcial
Un delirio de grandeza
Que dista mucho de la humildad 
Necesaria para ser buena persona 
A ella tampoco le importaba 
Ser buena persona 
Recuerdo haber leído 
Que las mujeres de piernas largas 
No tienen alma
Sin embargo no olvido
Los secretos que me confió 
Los guardo celosamente 
Como una tumba profanada.