miércoles, 8 de junio de 2016

Ensayo sobre el Ello


Odiad a los perdedores
Particularmente si ostentan alguna luz
Los odiaremos con más intensidad
Las luces se asocian  al ganador
¡¿Entonces cómo puede ser
que un perdedor tenga luces?!
¡Están prohibidas las luces para el perdedor!
Porque el talento no abunda
Así que no da para desperdiciarlo
Pareciera que cuanto más genio más guita
Más poder, más minitas, más todo
Ahora si tu genio no sirve para ganar dinero
Y minitas entonces no eres nadie
Llamo -minita- a la mujer interesada
Es decir a la gran mayoría
Me dirán que el rol fundamental de la mujer
Es la supervivencia de la especie
Y sí amigo: a cualquier precio
Y cueste lo que cueste
Bueno, yo no comparto ese punto de vista
Y creo que una mina inteligente tampoco lo compartiría
Porque las hay muy inteligentes
Si no se volvieron muy locas o intratables
Entiéndase inteligencia como bondad evolucionada
Entiéndase inteligencia como sensibilidad   
Aunque cualquier inteligencia sería imposible
Sin alguna pulsión vital primitiva
Sin un gran corazón no habría evolución alguna
Bien pero lo que atrae es el glamour
Y el estatus -según dicen-puede ser
A mí me llama la atención la elegancia
Pero hay que tenerlos bien puestos
Para enamorarse de una chica glamorosa
Elegante e inteligente
Porque lo más probable
Es que esa chica no nos dé pelota
Ahora a dónde quiero llegar con este planteo
Una vez un colega muy amigo me dijo:
‘’Los locos gobernamos el mundo’
Me dejó pensando…
Entonces por qué la mayoría
De los líderes son sumamente estúpidos
Porque son productos de las masas mediocres
Nietzsche diría que para que existan genios deben existir mediocres
Y así se justifica todo en este mundo, señores
Todas las miserias humanas
Las guerras, el hambre, el sexo, el odio, el miedo
Pulsiones de vida y de muerte
Lo que Freud llamaba el Ello.

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