martes, 20 de diciembre de 2016

La porfía sempiterna

Hay que ganar a todo como sea
Los necios le discuten al poeta
Hasta la obviedad más evidente
¿Acaso el poeta se gana el pan
Con el sudor de su frente?
Entonces a cerrar el culo
No tiene derecho a opinar
Y menos aún a quejarse
Dicen que es cruel tener siempre la razón
Hay que dejarse ganar alguna conversación
Por el propio bien
Nosotros somos rudos
Así que no nos hagas enojar
Con la mordacidad de tus palabras
No te metas con la clase obrera
Ni con nuestras mujeres, capisce? 
Nosotros odiamos al poeta
Mucho más que al burgués
No porque sea odioso
Sino porque a lo que aspiramos nosotros
Es al mayor aburguesamiento posible
La envidia nos corroe
Estamos enfermos
No es una envidia sana
No es un deseo honesto
De emular alguna cualidad tuya
¡No, nos pesa el bien ajeno
Y el amor que otros disfrutan!  


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