viernes, 30 de marzo de 2018

La poesía de la noche



Hoy soñé un sueño hermoso
No recuerdo el lugar
Era todo muy luminoso
Éramos felices
Aunque no era esa felicidad
Con la que pasean tan campantes
Esos niños ricos por Gorlero
-De esa miel no comen las hormigas-
El problema no es el asesino
El problema no es el traidor
La sociedad es el problema
Propensa a imitar esas conductas
Si alguien es un hijo de puta
Un fugitivo al que no pueden atrapar
Es visto como un forajido
Es visto como un corajudo
Entonces ¿vale la pena ser buen tipo?
Lo que sucede es casi todos son
Asesinos o traidores en potencia
Alcanza con que uno se atreva
Para que lo imite toda una sociedad
Algo que en el comportamiento escolar ya se vislumbra
Un niño que es hostigado por uno o dos compañeritos
Termina siendo acosado por la clase entera
Es como un efecto dominó o reacción en cadena
Y estoy convencido de que el primer asesinado
Es el propio asesino o sea la propia sociedad
Así como el primer traicionado es el propio traidor
Así todo se reduce a un sexo criminal
O en su defecto a una disciplina militar
Que los tipos como yo detestamos
A veces temo por mi pellejo
Vivo entre mujeres que fingen orgasmos
Entre sonrisas impostadas
Entre payasos asesinos
Lo sórdido de la noche
Las tipas acostumbradas a vejaciones
Que cuando aparece un ángel
De forma cuasi milagrosa
Que sería un buen romántico
Si no lo dejaran en ridículo
Pertenecemos a la poesía de la noche
Velamos en honor a los ángeles caídos
Hoy soñé un sueño hermoso
No recuerdo el lugar
Era todo muy luminoso
Porque éramos felices.

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