Lo que no se va
en lágrimas
Se va en
suspiros, amigo
He perdido
fuerzas vitales
Dando
explicaciones
Escribiendo mis
versos
Lo que he
callado
Lo que he dicho
Lo escrito y lo
hablado
Lo único que he
logrado
Ha sido adornar
con brillantina
Las caretas
idiotas de las bailarinas
Desde siempre
han querido convencerme
De que soy un
demente sin remedio
Que la teoría
del complot
Es parte de mi
imaginería
De mi delirio
persecutorio
La locura es
también
Una convención
social
Un invento de la
sociedad
Sí, un
auténtico delirio social
Negar mi
enfermedad sería
Una reverenda
estupidez
Pero negar la
enfermedad de la sociedad
Es, de hecho,
una estupidez harto peor.
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