jueves, 2 de mayo de 2019

En una nube de humor relampagueante



Hay que estar en el lugar
Y en el momento preciso
Y no creo que sea mi caso
Rara vez se puede pensar o filosofar
La sociedad no otorga ese derecho
Ese grado de libertad absoluta
Una simple y vil dictadura
Que encarcela y tortura
A todo aquel que no quiera
Ser simple o ruin
Los que se valen de la violencia
En nombre de Dios
O de una causa noble
Son doblemente bestias
No importa que me calumnies
Yo sólo quiero oír tu dulce voz
-La pleitesía es tan humillante como el irrespeto-
Escribo mientras suena Chet Baker
Mientras veo azorado
Cómo los malos son premiados
Y cómo los buenos son castigados
¿Pero quién me quita lo bailado?
Lo inefable nos invisibiliza
De la escena del crimen
Pero nos abandona en una nube
De humor relampagueante
Para estallar en una tempestad de odios
Los instrumentos comienzan a fallar
Al incomprendido no es que no se le entienda
Sino que se le teme o se le envidia
La inteligencia es necesaria para comprender
Pero para amar es necesario mucho corazón
La apariencia condiciona es verdad
Pero más condiciona la circunstancia
Nunca nadie dio dos céntimos por mí
Tal vez no los valía o tal vez valía mucho más
-Soy tan loser que hasta mi madre
Me mira con desprecio-
Es tan paradójico, lo sé, como dudar
Entre ayudarnos o darnos el tiro de gracia.

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