Las gentes perdidas en odios
En envidias en rencores
En resentimientos
En terribles egoísmos
En sentimientos mezquinos
En miserias humanas
En meras tonterías
No logran encontrarse
A sí mismos
Y sensibilizarse
Ante el espectáculo de la vida
Nos podemos enamorar
Tontamente de una mujer
O lucidamente de la vida
No hace falta decir
Cuál es el amor verdadero
Cuando veo a una bonita
Ya no me hago ilusiones
Automáticamente pienso
¿quién será el afortunado?
Yo siempre fui un mal pescador
Nunca tuve mucha paciencia
Me aburro como un idiota
Mi fracaso se debe a que uso
Mi alma como carnada
Los poetas somos muertos
Las Musas nos resucitan
Si no fuéramos tan idiotas
Si tomáramos conciencia
Y comprendiéramos
La magnificencia
De la que somos parte
Sentiríamos amor sublime
Sentiríamos amor sagrado
Nadie sería pobre e infeliz.
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