sábado, 16 de enero de 2021

Alguna pequeña luz de esperanza

 
Me estaba muriendo
Y a nadie le importaba
Ni siquiera a mí...
Pero solía soñar
Con una mujer glamorosa
(Convengamos que eran
Tiempos difíciles
Para los soñadores)
El glamour era un dios
Erótico irresistible en el sueño
Pero si hubiese aparecido
Una mujer tan guapa en la vigilia
Lo hubiese dejado todo por ella
A mi madre adorada
A mis principios éticos
Los mismos por los que estaba
Dispuesto a morir
Bien dijo el poeta
La poesía no quiere adeptos
La poesía quiere amantes
Pero las cosas no siempre salen
Como se esperan
La gente tarda poco en juzgar
Pero mucho en corregirse
Y mala fama tenemos todos
En la boca de un dolido
Las injusticias se pueden entender
Pero jamás se pueden justificar
Todos deberíamos disponer de alguien
Con quien poder hablar francamente
Por mucho valor que se tenga
Uno se sentía cada vez más solo
¿No esperabas visitas? No...
¿Una llamada telefónica? No, tampoco...
¿Entonces qué esperabas?
Alguna pequeña luz de esperanza.

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