Nuestro mejor consuelo

Hay belleza en las cenizas 
De un corazón que ardió 
Por las musas que amaba
Siento mucha nostalgia 
Porque no se dio el amor
Pero pudo haberse dado
La extraño porque sé 
Que no hay nadie como ella
No, no se cayó de una nube
Sino del fuego sagrado 
Las almas no nacen 
De un paraíso perfecto
Sino que las almas nobles
Se forjan en un infierno
Disputadas por dioses
Y por los demonios 
Esa guerra interior 
Por la que sufrimos 
Para colmo de males
Hay que declararse culpable 
Siendo completamente inocente 
La sociedad siempre buscará
Un chivo expiatorio para acusar
A un pobre hombre 
Para no reconocer 
Su propia enfermedad  
Es como la caja de Pandora 
Que desparramó todos 
Los males sobre el mundo 
Dejando en su interior 
Nada menos que la esperanza
Nuestro mejor consuelo.